En ocasiones, cuando el inquilino nos entrega nuestra vivienda a la finalización del contrato, nos encontramos que el estado de la misma no es el que esperamos y además no tenemos una documentación que nos refleje cómo debería estar.

En un contrato de arrendamiento, siempre debe existir un anexo de inventario si entregamos nuestra vivienda amueblada. Este inventario debería ir acompañado de un informe fotográfico indicando cómo se encuentran nuestros muebles y el resto de elementos que constituyen la vivienda como pintura, sanitarios, carpintería, suelos, etc. Igualmente, los contratos de alquiler reflejan que las viviendas se entregan en perfectas condiciones, cuando podemos encontrar defectos en los elementos antes descritos, dejando al inquilino indefenso.

Tanto propietario como inquilino tienen el derecho a que se identifique el estado de la vivienda al inicio y al fin del contrato de alquiler. Por ello ofrecemos un servicio que resuelva este problema que se presenta muchas veces mediante un documento certificado por la Asociación y firmado por las partes interesadas.

El coste de este servicio es de 48 € para usuarios, e incluye visita a la vivienda y realización del informe.