Vivienda y Protección

Unas de las consecuencias más visibles de la actual crisis ha sido el crecimiento de los impagos. Según ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito), el saldo moroso total registrado superaba en enero de este año los 90.000 millones de euros, seis veces más que el registrado hace solo cuatro años en enero de 2008La crisis, la ausencia de crédito hipotecario, la necesidad de movilidad geográfica por motivos de empleo, la ausencia de ingresos está moviendo la demanda de 1ª vivienda desde un estado de tenencia hasta un estado de alquiler.
Sin embargo, el miedo de un propietario particular a arrendar su vivienda y enfrentarse con un moroso profesional es muy alto. Por no decir que la situación económica del inquilino, cuando el contrato ya existe desde hace tiempo y que es persona de confianza, cambie por la situación actual.
Para evitar a los primeros, es decir, a los no pagadores profesionales, que a veces presentan documentos falsos de obtención de ingresos (nóminas falsas), apostamos en la Asociación por la elaboración de un informe de solvencia del individuo que es candidato a un alquiler.
Para ello ofrecemos varias posibilidades al propietario:
1) Solicitar información de los ingresos del candidato antes de la firma del contrato. En muchos casos, la documentación es presentada en la firma, cuando ya es tarde.
2) Pedir al candidato, si el propietario no lo tiene claro, un informe de solvencia
Ibercheck (www.ibercheck.com) al potencial inquilino para comprobar que no es un moroso profesional.
3) Pedir al candidato un informe de solvencia a Vivienda y Protección que va a incluir:
4) Contratar un seguro de alquiler en las mejores ventajas y las más reconocidas compañías (MAPFRE, ARAG), con la mediación de Vivienda y Protección.
5) Incluir en el contrato una cláusula de mediación profesional para primera instancia y de arbitraje en segunda en caso de conflictos, para garantizar una resolución rápida de los mismos. Desde la Asociación te ofrecemos Merdiadores profesionales para resolver de forma pacífica, sin necesidad de laudo o sentencia, los conflictos entre propietarios e inquilinos.